LA CIUDAD DE CIUDAD REAL
Es
esta una de las calles más bonitas, espaciosas y concurridas de Ciudad Real: la
de Alarcos, a la que en dos ocasiones se le cambió el nombre, una durante la
República, en que se la llamó unos avenida de José Maestro, en recuerdo de
quien fuera alcalde de Ciudad Real desde el 31 de julio de 1931 hasta primeros
de 1934, y otra al término de la guerra civil, en que se pasó a llamar avenida
de los Mártires, recuperando el nombre de Alarcos en el año 1983. Su recorrido
es desde el Pilar a la ronda.
La calle
Azucena es una de las antiguas calles de la ciudad, enclavada en el histórico
barrio de la Virgen, que recibe su nombre precisamente de su vinculación a la
antigua parroquia de Santa María del Prado, actual Catedral, cuyas armas eran
las azucenas.
Esta
antigua e histórica calle ciudadrealeña, discurre desde la plaza del Carmen
hasta su confluencia con la calle Morería, y a ella confluyen las calles de los
Reyes, Infantes o Prado.
Esta calle
de Calatrava, pudiéramos calificarla de señorial por los años del primer cuarto
de siglo en sus dos primeros tramos principalmente. ¿Por qué se la llamó de
Calatrava?. Queremos suponer que como homenaje a la Orden Militar de su nombre.
Comienza en
el cruce de las de Toledo, Feria y María Cristina y finaliza junto a la antigua
Granja Agrícola, el nombre de Calatrava la circunstancia de ser el acceso
natural al antiguo camino viejo de Carrión de Calatrava, por el que diariamente
venían y regresaban los yeseros de dicha localidad, que hacían el transporte de
este material de construcción tan utilizado entonces en las edificaciones
urbanas.
Había una
fuente pública frente al Colegio de San José, en la plaza llamada hoy de la
Virgen de las Lágrimas, y después, cuando se suprimió aquella, en la que
instaló al final de la calle de Calatrava, ya en la misma ronda de
circunvalación.
Pues bien, la calle de Calatrava, era en su principio bastante más estrecha, siendo ensanchada en los años treinta, por expropiación de la casa que hace esquina a la calle de Toledo.
Vamos
a recordar, con el mayor detalle, el comercio existente en la calle
Cuchillería, después Carlos Vázquez, ilustre pintor ciudarrealeño, que nació en
esta calle, que ahora ha vuelto a llamarse Cuchillería, aunque "Dedicada a
Carlos Vázquez". El primitivo nombre de la calle es evidente que le
sobrevino de la circunstancia de existir en ella varios locales dedicados al
artesano de la cuchillería y a su reparación y afilado, establecimientos que
poco a poco fueron desapareciendo.
La
calle de Ciruela era una de las más principales de la capital en las primeras
décadas del siglo XX; esta calle es la que conduce a la estación de ferrocarril
y la que principalmente era obligada bajada a la ciudad por quienes en aquel
entonces utilizaban el tren como medio principalísimo para viajar. Sin duda se
le dio este nombre de Ciruela por llamarse así también una de las puertas de la
villa real desde siglos, acceso al camino que conduce a la aldea del mismo
nombre en las proximidades de la hoy carretera de Fuensanta, Aldea del Rey y La
Calzada, que debía tener un núcleo importante de vecinos, por las veces que se
cita en referencias históricas de la época.
Esta
calle fue la primera que se adoquinó en Ciudad Real, y ello fue por una
circunstancia puramente casual, en la que tuvo no poca "culpa" un
periodista. Don Julián Morales Ruiz, Julianito Morales como cariñosamente se le
conocía por todos que era a la sazón director de un periódico humorístico que
se editaba en Ciudad Real, con el título de "Perogullo". Corría el
año 1916 y la calle se encontraba intransitable, pues en realidad más parecía
un mal camino que una calle, hasta el punto de que, de tramo en tramo y de
acera a acera, existían unos pasos de piedra o losas grandes para poderla
cruzar. Un buen día, apareció en la portada del citado "Perogrullo"
un dibujo que figuraba el automóvil de don Diego Pizarroso, recientemente
adquirido para el servicio de viajeros a la estación férrea desde su hotel,
envuelto en una verdadera nube de polvo, que no dejaba ver ni al coche ni a los
transeúntes, y esta fue sin duda la primera piedra del futuro adoquinado, pues
tanto al gobernador civil, don Juan de Urquía Redecilla, como al propio dueño
del hotel, aquello les picó en lo más vivo y determinaron resolverlo.
La
calle del General Aguilera, situada en el mismo centro de la capital, se
llamaba hace buen número de años, seguramente hasta los años veinte, calle de
Arcos, sin duda porque a ella se tenía acceso desde la actual Plaza Mayor,
donde se halla el Ayuntamiento o Casa Consistorial, a través de los dos arcos
que complementan el edificio municipal. Estos dos arcos se procuraron ensanchar
lo más posible, dada la envergadura de los modernos vehículos, pero no se
olvide que cuando se construyó el Ayuntamiento, el siglo pasado, no circulaban
los de motor.
Este
debió ser el primitivo barrio que habitaron los moros, porque después de la
guerra de la Alpujarras, los vencidos habitantes mahometanos fueron expulsados
del reino granadino y desplazados a otros pueblos cristianos viniendo a la
Mancha muchos de los exiliados.
Comprendía
el barrio morisco desde la Puerta de Santa María a la de Alarcos, cerrándolo
las calles de Postas, Reyes, Infantes, etcétera. La denominación de algunas de
sus calles como la Lentejuela o Lencejuela, Jara, Alamillo y otras, y la
estrechura y denominación de varias más denotaban claramente su origen morisco.
Los moros de procedencia granadina se vieron incrementados con los originarios
de la Alpujarra, enviados aquí en 1570. En los tiempos de mayor esplendor de
esta comunidad rebasarían los límites del barrio primitivo, instalándose por
las calles de la Zarza y Real y también por la zona de la Cava, o sea, por las
calles del Tinte, Pozo Dulce y otras cercanas.' Los moriscos dieron un gran
impulso a la industria, al comercio, a las artes, y sobre todo a la
agricultura. La "Morena" de Ciudad Real situábase "al Occidente
de la iglesia de Santa María (Catedral) hasta la muralla..." formándolo
más de quinientas casas.
La
calle de Postas se llamó así por haber estado en el número 1 de la misma,
durante muchos años, la Administración de Correos y la Caja Postal de Ahorros y
ya es sabido que en este servicio se te llamaba en el siglo pasado la Posta. El
primer tramo, ahora ensanchado en la acera de los pares, ha sido trasformado en
la calle peatonal, a satisfacción general, pues era peligroso el tráfico de
vehículos y sobre todo los pesados. Todavía se recuerda que en los años veinte
y treinta era necesario colocar al principio de la calle, los días de intensa
lluvia, un grueso tablón de madera, para que los peatones pudieran cruzar sin
meter los pies en el agua, ya que, al no existir aún alcantarillado, solía
inundarse esa zona.
Es la calle de Toledo, sin duda la más larga de Ciudad Real, pues su numeración alcanza hasta los ciento treinta y tantos. Calle que en los años a que nos venimos refiriendo principalmente, de las tres primeras decenas de siglo, no tenía gran historia comercial pero si era de las más concurridas, por ser la arteria principal de una gran zona de la capital, como entrada de la carretera de Toledo entonces el camino desde Madrid, y lógico acceso al centro y más concretamente a la plaza de la Constitución, hoy Plaza Mayor.
Esta calle tuvo
IRÉ COLGANDO NUEVOS POST HASTA COMPLETAR CON LO MÁS RELEVANTE DE LA CIUDAD.
LA INFORMACIÓN QUE PODÉIS LEER EN ESTE BLOG SE ENCUENTRA EN:
-http://www.ciudad-real.es/historia/ccm/edadantigua.php
-https://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_Real
-https://elsayon.blogspot.com
ESPERO QUE OS GUSTE Y APORTAD TODO QUE CREÁIS OPORTUNO PARA ENGORDAR EL SABER SOBRE, ÉSTA, NUESTRA CIUDAD;
SALUDETES
ÁNGEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario